Flora


A lo largo de la historia de la ciudad se ha desarrollado una flora variada que ha dado lugar a que cada parque y jardín de la ciudad sea diferente del resto en función de la época y los motivos por los que fue construido. Especies autóctonas y exóticas de varias partes del mundo se hallan integradas en la ciudad formando parte de su idiosincrasia. Entre los árboles que se pueden encontrar en sus parques, plazuelas y calles destacan jacarandas y naranjos amargos. Otros árboles frecuentes en el paisaje viario son plátanos, tipuanas y árboles de fuego. Entres los arbustos destacan jazmín, adelfa y rosal.
Los jardines históricos de la ciudad presentan un amplio muestrario de diferentes estilos y tamaños, donde priman las especies exóticas. Los jardines más famosos son los del Alcázar y el parque de María Luisa. También en los distintos distritos, parques urbanos y zonas verdes ajardinadas que responden a un concepto tradicional de parque en cuya concepción se han tenido en cuenta la jardinería y zonas deportivas. Las principales especies de estos espacios son autóctonas, adaptadas a las ciudades y al clima de Sevilla.

El parque del Alamillo abarca 48 hectáreas de la zona más septentrional de la Isla de La Cartuja. Consta de áreas boscosas autóctonas en las que la actuación jardinera se limita a podas sanitarias y riego. En este parque se pueden encontrar árboles como algarrobos, naranjos, olivos, quejigos, encinas, alcornoques, fresnos europeos y pinos piñoneros.

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